Translate

viernes, 3 de enero de 2014

"EL PAPEL DE LOS BANCOS", en la Primera Revolución Industrial. Phyllis Deane.

Una de las ventajas con que contó Gran Bretaña al entrar en la Primera Revolución Industrial fue un sistema monetario y bancario altamente desarrollado.
En 1750, el Banco de Inglaterra llevaba ya mas de medio siglo de existencia. Se había fundado en 1694, durante el boom de promoción de compañías de los años 1690: tenia un capital de un millón y medio de libras esterlinas y su principal objetivo era suministrar dinero al gobierno.
En el siglo XVIII la libra se basaba en la plata (era la libra esterlina). En la década de 1770 se reconoció formalmente con una reforma de la acuñación que volvió a poner en circulación las pequeñas monedas de oro y limitó el curso legal de la playa a los pagos que no excediesen de veinticinco libras.
Banco de Inglaterra
Los primeros cheques de que tenemos noticia datan de finales del siglo XVIII, aunque es dudoso que llegasen a generalizarse antes del siglo XIX. Mas importancia tenían los billetes de banco, es decir, las promesas de pagar al portador una cantidad especificada, si lo pedía.
La cantidad de dinero suministrada a una economía es una cuestión de la máxima importancia para su desarrollo, porque influye en el nivel de precios y, a través de estos, en el nivel y a veces en el carácter de la actividad económica.
El problema de las economías preindustriales es trasladar el dinero en cantidad suficiente a las regiones en expansión. El volumen de dinero en circulación dependían esencialmente de la oferta de oro al Banco de Inglaterra. La complicación era que no solo emitía billetes el Banco de Inglaterra sino también los bancos provinciales de Inglaterra y los bancos de Escocia.
Las reservas en metálico de los banqueros en el siglo XVIII era la suficiente para cubrir la posible demanda de los depositantes, en cambio el Banco de Inglaterra adoptó la política de descontar los efectos comerciales que consideraba seguros y permitió que su reserva de oro fluctuase ampliamente.
En aquel sistema, los límites del crédito y de la emisión de dinero dependían del volumen de los depósitos y del clima de confianza pública.
En 1797 se suspendieron súbitamente los pagos en efectivo, y se liberó al Banco de Inglaterra de su obligación de convertir los billetes en oro. La confianza no se colapsó hasta entonces ya que nadie esperaba que las secuelas de la guerra norteamericana durasen mucho tiempo, porque las perspectivas comerciales eran mejores que unos años antes y no había una razón alguna para esperar una retirada masiva de fondos de los bancos, y estos siguieron descontando confiadamente los buenos efectos comerciales y mantuvieron el nivel de créditos.
En 1797 las cosas fueron distintas. El país estaba en guerra, una guerra difícil y peligrosa, muy próxima al territorio nacional y de resultados imprevisibles.
Los contemporáneos criticaron al Banco por expandir excesivamente el crédito y le acusaron de ser el responsable de la inflación de precios del periodo de la guerra. Las investigaciones mas recientes se han inclinado, en cambio, a absolver al Banco de estas acusaciones.
En los confusos años que siguieron a Waterloo, el Banco siguió cumpliendo su papel pasivo y tuvieron que transcurrir 6 años todavía para que la distancia entre el precio de la ceca y el precio del mercado del oro se redujese lo bastante como para permitir la reanudación de los pagos en efectivo en 1821.
En esta fecha, se puso fin al sistema monetario de emergencia del tiempo de guerra y Gran Bretaña adoptó formal y legalmente el patrón oro.
La ley les impedía convertirse en grandes establecimientos. Para proteger al público contra la aparición de grandes compañías bancarias cuya bancarrota podrán tener efectos desastrosos para toda la nación, la legislación del siglo XVIII prohibió la fundación de bancos de mas de 6 socios.
Los banqueros procedían a menudo de la industria, el comercio o la abogacía.
El aumento de la escala de créditos y servicios bancarios con la expansión económica implicó difíciles cuestiones técnicas sobre la adecuada distribución de los riesgos y la liquidez de los prestamos concedidos cuando se produce la degradación de las condiciones económicas.
El gobierno inmediatamente redujo la influencia de los bancos provinciales al prohibir la emisión de billetes de menos de 5 libras, permitió la creación de sociedades bancarias con mas de 6 socios y autorizo al Banco de Inglaterra a abrir sucursales en todo el país.
Dos escuelas de pensamiento discutieron la reforma monetaria en Gran Bretaña en la primera mitad del siglo XIX, se trataban de la escuela monetaria y la escuela bancaria. Ambas aceptaban un sistema monetario automático en el que el valor del numerario estuviese firmemente ligado al oro.
La base de la teoría de la escuela monetaria fue formada por la insistencia en la intimidad de la relación entre los cambios exteriores y la emisión interior de billetes. En cambio, la escuela bancaria pensaba que las tasas de intercambio adversas se debían a causas independientes como las malas cosechas o la anormal demanda exterior de oro, y que reducir el crédito interior no era ninguna solución.
Con la Bank Charter Act se impusieron las concepciones de la escuela monetaria pero al final no se resolvieron los problemas del sistema bancario británico.
Podemos calificar la cartera bancaria del siglo XIX en Inglaterra como aventurero y arriesgado. Pero las inversiones bancarias del siglo XIX eran productivas y constituyeron una importante contribución directa ala financiación del comercia y de la industria británica.


1 comentario:


  1. Ofrecemos préstamos entre particulares.
    Obtenga su crédito
    Contacte con nosotros:
    Número de WhatsApp: +34602 46 39 89
    Número de WhatsApp: +33 7 56 82 38 52
    Correo electrónico: contact@creditfinancesinstitut.com
    Sitio web: https://www.creditfinancesinstitut.com
    Sitio web: https://www.creditfinance-bank.com

    ResponderEliminar